Frente a la desaceleración de las ventas y la migración de los usuarios hacia la web, Wal-Mart, que opera unos 11.600 locales en todo el mundo, ha estado invirtiendo en sus operaciones de comercio electrónico y en aumentar los salarios de sus empleados, lo que ha deprimido las ganancias y el precio de la acción. Su actual repliegue en EE.UU. sigue los pasos de otras cadenas minoristas como Macy’s Inc. y Gap Inc.

Los cierres de tiendas también dificultan el cumplimiento de una meta que la empresa ha mantenido desde hace mucho tiempo: incrementar las ventas rápidamente mediante la apertura de locales más pequeños a lo largo de EE.UU. Los cierres eliminan 16.000 empleos, 10.000 de ellos en EE.UU.

Doug McMillon, presidente ejecutivo de Wal-Mart, dijo que la empresa sigue adelante con sus planes de inaugurar 300 tiendas en todo el mundo el próximo año, aunque moderará el ritmo de aperturas en EE.UU., donde opera 4.600 locales.

Los cierres constituyen una nueva señal de que Wal-Mart y otras cadenas que operan grandes superficies no hallan la combinación adecuada de formatos e inversiones que les permitan competir contra empresas con formatos más pequeños y precios ultra bajos y contra gigantes del comercio electrónico como Amazon.com Inc.

La Federación Nacional de Minoristas de EE.UU. informó el viernes que las ventas durante la temporada navideña crecieron 3% frente a idéntico lapso del año anterior para ascender a US$626.000 millones, por debajo del avance previsto de 3,7%. Las ventas en Internet, en cambio, subieron 9% interanual para alcanzar US$105.000 millones en el mismo período.

Las ventas minoristas, en tanto, cayeron 0,1% en diciembre y aumentaron sólo 2,1% en 2015, informó el Departamento de Comercio. Se trató del crecimiento más débil de las ventas desde el fin de la recesión en 2009.

“Es positivo observar que el equipo de gestión está dispuesto a cerrar tiendas, algo que antes no había hecho”, dice Brian Yarbrough, analista de acciones de la corredora Edward Jones. “Dicho eso, probablemente no será suficiente”.

La mayor víctima es el formato Walmart Express. La cadena cerrará los 102 locales de menor escala creados a partir de 2011 como parte de una campaña para instalarse en ubicaciones más convenientes y depender menos de los Supercentros para competir con las cadenas de precios ultrabajos. Las tiendas, que son del tamaño de una farmacia grande pero contienen más productos alimenticios, se ubican más cerca de los hogares de los clientes que los Supercentros, que se concentran en las afueras de las ciudades y tienen un tamaño promedio de unos 16.500 metros cuadrados.

Wal-Mart, no obstante, no logró que este formato obtuviera una rentabilidad parecida a la de los Supercentros, en parte porque las tiendas más pequeñas no venden artículos de mayores márgenes, como ropa, electrodomésticos y muebles de jardín.

Wal-Mart advirtió hace unos meses que sus ganancias del próximo año fiscal podrían caer hasta un máximo de 12% y McMillon, el presidente ejecutivo, desató la especulación sobre el cierre de tiendas al comentar que “seguiremos revisando nuestra flota de una manera disciplinada y cerraremos los locales que tengan que ser cerrados”.

Aunque Wal-Mart ha cerrado numerosas tiendas en sus operaciones internacionales —en 2006 vendió 101 locales y se retiró de los mercados de Alemania y Corea del Sur—, en EE.UU. se había limitado a clausurar un puñado de operaciones de mal desempeño.

Wal-Mart indicó que los 269 locales que dejará de operar representan alrededor de 1% de su facturación anual, que en el últimos año fiscal llegó a US$486.000 millones.

Algunos inversionistas no están conformes. Craig Johnson, director gerente de la consultora Customer Growth Partners calificó las medidas de “tardías” e “insuficientes”. “Un repliegue de uno por ciento es un paso en la dirección correcta, pero un paso de bebé. Brasil ha sido un desastre durante años”.

No todo es negativo. A pesar del flojo cierre de 2015, muchos economistas prevén un buen desempeño de la economía estadounidense este año, a pesar de la debilidad del crecimiento global. El Departamento de Trabajo, por ejemplo, informó que la economía creó 292.000 empleos en diciembre y revisó al alza las estimaciones de octubre y noviembre.

“Seguimos siendo bastante optimistas sobre la economía estadounidense”, asevera Jesse Hurwitz, economista para EE.UU. del banco británico Barclays. “Justificamos esa visión en nuestra creencia de que los mercados laborales son la señal más confiable desde una perspectiva histórica de la salud de la economía”.

—Suzanne Kapner contribuyó a este artículo.

Fuente: The Wall Street Journal

Lunes 18 de enero de 2016

Por: Sarah Nassauer y Kate Davidson