"A pesar de todos los llamados públicos y esfuerzos que hemos hecho desde el inicio de mi mandato para contener los gastos y aumentar los ingresos, sigue existiendo una brecha que debemos cerrar con recursos frescos", afirmó el mandatario.
Solís añadió que las decisiones económicas tomadas durante su administración han permitido que la población "no perciba los peligros", pero la crisis de liquidez ocurre a pesar del crecimiento de la producción, del buen manejo de la inflación y del control ejercido sobre la presión al alza de las tasas de interés.
El presidente costarricense estableció un conjunto de acciones para salvaguardar las necesidades "de todas las familias de Costa Rica", entre las que destaca una orden de que el presupuesto de la República para el año 2018 tenga un crecimiento cero en todos aquellos rubros que no tengan obligación legal para aumentar.
Además, firmó un decreto en el cual ordena a la Tesorería Nacional priorizar los pagos del Estado de tal manera que se atiendan en primer lugar la deuda pública, los salarios y pensiones del Gobierno central.
"Mi Gobierno está dispuesto a tomar las decisiones necesarias, asumir toda la responsabilidad para cerrar este ciclo odioso de debilidad de nuestras finanzas y permitir que las próximas administraciones tengan los recursos necesarios para erradicar la pobreza y construir la infraestructura imprescindible que necesita un país desarrollado", manifestó Solís.
El mandatario agregó que convocó al Congreso un proyecto de ley que transforma el impuesto de ventas en un impuesto al valor agregado, así como una reforma del impuesto sobre la renta.
"Mi Gobierno está dispuesto a impulsar los impuestos imprescindibles, a limitar el crecimiento del gasto aún más y priorizar el pago de sus obligaciones de forma puntual de manera que no se ven afectados ustedes y sus familias", puntualizó Solís.
El presidente de Costa Rica (2014-2018) cerró con un mensaje optimista al decir que tiene la "esperanza de superar este momento, porque el país avanza por el rumbo correcto".
El día de hoy la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) reveló hoy un informe que Costa Rica necesita ejecutar reformas tributarias significativas para mantener un desarrollo sostenible de la economía.
Las tres principales recomendaciones que derivan del informe son la ampliación de las bases imponibles, la intensificación de los esfuerzos en la lucha contra la elusión y la evasión fiscal y la incorporación de nuevos contribuyentes a la economía formal.
El déficit fiscal de Costa Rica en el 2016 cerró en un 5,2 % del Producto Interno Bruto (PIB), el más bajo registrado en los últimos cuatro años, según el Ministerio de Hacienda.
El Banco Central de Costa Rica dio a conocer el pasado lunes que la proyección del déficit fiscal para el año 2017 pasó de un 5,9 % a un 6,1 % del PIB, mientras que la perspectiva de crecimiento económico pasó de un 4,1 % al 3,8 %.
REvista El Economista Miércoles, 2 de Agosto del 2017 | Escrito por - ACAN-EFE FOTO:CAPTURA FACEBOOK LUIS GUILLERMO SOLÍS