Desde finales de octubre hasta la fecha, el banco de capital salvadoreño vendió $21 millones como parte de un total autorizado de $30 millones.
Los títulos rinden una tasa fija del 5.98 % durante cinco años, con pagos de interés de carácter trimestral.
Se trata de la primera colocación en la BVES tras la reforma de pensiones. Según Carlos Araujo, presidente de la referida institución bancaria, los parámetros se definieron antes del acuerdo previsional y aún así decidieron mantener la tasa.
Con una calificación de A por parte de dos calificadoras de riesgo, Pacific Credit Rating y Global Venture, y una tasa de 5.98 %, los títulos despiertan el hambre de los inversionistas nacionales y extranjeros.
“Los inversionistas de los certificados han llevado a cabo una evaluación completa de Banco Azul y sus resultados, calificando de forma positiva y confiando en nuestro equipo para una gestión adecuada”, aseveró Araujo.
Patricia de Magaña, gerente de Servicios Generales Bursátiles (SGB), estructurador y colocador de los certificados, relata que toda la colocación la han comprado las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
El restante de la emisión la comprarán particulares, empresas e inversionistas extranjeros, estos últimos aprovechando la integración de los mercados de valores entre El Salvador y Panamá, proyecta De Magaña.
Araujo espera llevar otros $4 millones más al mercado antes de que finalice el año, para cerrar con unos $25 millones.
Con la incursión en bolsa, Banco Azul busca obtener fondos para otorgar créditos en el segmento de banca de personas. En sus primeros dos años de operación, la institución ha brindado unos $115 millones para dicho segmento.
A septiembre pasado, el banco manejaba una cartera crediticia neta de $217.8 millones y depósitos por $190 millones, según cifras publicadas por la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA).