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Por Rosa María Pastrán

 

Aunque la actividad bursátil y financiera en general en El Salvador experimentaron una fuerte caída en lo que va del año por la paralización de la actividad productiva, los fondos de inversión no solamente muestran una sana resistencia al contexto, sino que, además, no se han visto afectadas en sus tasas de rentabilidad por el riesgo país en los últimos meses.
Según datos de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), a julio, el patrimonio de los fondos de corto plazo ascendía a un total de $119.4 millones, lo que significa un crecimiento del 104 % ($58.5 millones) comparado a julio del año pasado. En cuanto a los fondos de inversión de mediano plazo, pasaron de $17.5 millones del año pasado a $25.3 millones (un 44.5 % más).

En el país operan tres gestoras de fondos de inversión: SGB, Banagrícola y Atlántida Capitales. De estas, SGB es la de mayor peso pues con datos hasta agosto, cerraron con $59.67 millones en el fondo de corto plazo y $15.46 millones en el de Plazo 180 días, haciendo un total de $75.14 millones, entre más de 1,555 clientes.

 

Aunque la actividad bursátil y financiera en general en El Salvador experimentaron una fuerte caída en lo que va del año por la paralización de la actividad productiva, los fondos de inversión no solamente muestran una sana resistencia al contexto, sino que, además, no se han visto afectadas en sus tasas de rentabilidad por el riesgo país en los últimos meses.
Según datos de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), a julio, el patrimonio de los fondos de corto plazo ascendía a un total de $119.4 millones, lo que significa un crecimiento del 104 % ($58.5 millones) comparado a julio del año pasado. En cuanto a los fondos de inversión de mediano plazo, pasaron de $17.5 millones del año pasado a $25.3 millones (un 44.5 % más).

En el país operan tres gestoras de fondos de inversión: SGB, Banagrícola y Atlántida Capitales. De estas, SGB es la de mayor peso pues con datos hasta agosto, cerraron con $59.67 millones en el fondo de corto plazo y $15.46 millones en el de Plazo 180 días, haciendo un total de $75.14 millones, entre más de 1,555 clientes.

 

El patrimonio administrado a julio del año pasado alcanzaba los $15 millones y al mismo período de 2020, este ha superado los $58 millones, lo cual representa un incremento del 337 %, superando toda expectativa.
Este crecimiento estaría explicado, en parte, porque cada vez son más las personas y empresas salvadoreñas que han empezado a capitalizar los beneficios que el fondo genera, ya que en la actualidad son casi 700 partícipes que se registran versus 400 partícipes que habían a julio del año pasado.

 

“Muchos partícipes han ido comprendiendo los beneficios derivados de esta operatividad y liquidez, aunados a rentabilidades muy competitivas, y durante el presente año hemos experimentado un alto dinamismo en el registro de aportes y rescates... lo cual ha permitido experimentar el crecimiento tan alto de nuestro patrimonio”, afirma Byron Martínez, gerente general de Banagrícola.

En cuanto a los fondos de inversión administrados por Atlántida Capital, también han tenido un desempeño positivo durante 2020. Para el caso del fondo Atlántida Liquidez, a agosto tenía un patrimonio de $8.3 millones, un crecimiento de 228 % con respecto al mismo período del año anterior. El fondo Atlántida de Crecimiento tiene $9 millones y tuvo un crecimiento interanual de 120 %.

Para el caso del fondo Inmobiliario Atlántida Progresa +, el primero y único en el país, Javier Mayora Re, gerente general, dice que “el proceso de adquisición de nuevos inmuebles se vio afectado por la actual pandemia” y refleja activos por $8 millones; sin embargo, “hacia finales de año” se va a “incrementar el portafolio inmobiliario” del fondo.
El total de inversionistas asciende a 456 partícipes, lo que refleja un aumento en 124 % de la cartera de clientes.

 

Impacto 
Las administradoras de fondos coinciden en que durante los primeros meses de la pandemia los rescates o salidas de clientes fueron frecuentes, sobre todo entre marzo y abril, ya que los inversionistas buscan, ante momentos de incertidumbre, refugiarse en productos de corto plazo, donde prevalece la liquidez inmediata.

Normalmente, cuando se enfrentan crisis económicas, los inversionistas tienden a replantear sus estrategias y colocar una buena parte de sus recursos en instrumentos que ofrezcan una mayor seguridad y alta liquidez, como parte de sus medidas prudenciales que les permitan tener mayor disponibilidad ante los escenarios adversos que se puedan afrontar.
Castaneda cree que los dos cambios más relevantes entre los inversionistas  son un movimiento de clientes a un producto más liquido y hay más conciencia  de poder contar con un fondo de emergencia que permita afrontar enfermedades o imprevistos como los derivados de la pandemia, “como un colchón de ahorro-inversión para dar cierta seguridad” a las familias.

 

“Haciendo un balance, éste resulta positivo para todos nuestros activos bajo administración, ya que la confianza en nuestros fondos y en la marca Atlántida, se ve reflejada en las cifras que nos respaldan. El partícipe ha sido muy cauto en aumentar sus inversiones en los fondos, algo usual en situaciones como la que nuestro país y el mundo está pasando”, opina Mayora Re.

En cuanto a las tasas de rentabilidad, pese a que el riesgo país de El Salvador ha incrementado por su elevado nivel de endeudamiento, los fondos que operan no se han visto afectados por este tema.